Cuando se quiere invertir en inmuebles para destinarlos al alquiler, el propietario tiene que decidir lo que querrá hacer exactamente con su nueva casa. El mercado de los alquileres vacacionales cambia constantemente y con ello, los propietarios deben adaptarse a las oportunidades que puedan aparecer.
Si tienes un alquiler vacacional con estancias a corto plazo, tal vez te hayas preguntado qué ventajas tendrían las estancias más largas. Estas últimas pueden ser una buena opción que podrían ayudarte a conseguir una mayor ocupación y tener una predicción de tus ingresos. Hay que tener en cuenta que no siempre podemos sacar el mismo rendimiento de un alquiler vacacional que de un alquiler a larga o media estancia. La ocupación debe ser muy alta para poder llegar al mismo nivel que estos dos últimos, y no siempre es posible.
Estos son solo algunos de los muchos factores que pueden ayudar a propietarios y gestores a decidir si les conviene un alquiler de corta estancia o uno de larga estancia y, normalmente, tomar esta decisión es fácil y sucede de manera natural según el tipo de inmueble y lo que tengas pensado hacer con él. No obstante, hay una serie de ventajas y desventajas para ambas estrategias.
Si necesitas ayuda a la hora de decidir si prefieres tener un alquiler de corta o de larga estancia, estás en buenas manos. Atento, porque te vamos a enumerar los pros y los contras de las dos opciones.
¿Qué es un alquiler vacacional o de corta estancia?
Antes de meternos en materia, repasemos conceptos y familiaricémonos con el término “alquiler de corta estancia” o “alquiler vacacional”.
Un alquiler de corta estancia (que comúnmente se refiere a alquileres vacacionales) es el alquiler o arrendamiento de una propiedad amueblada por un período de tiempo considerado corto. Dependiendo del propietario, la localización de la propiedad y otros factores, este tipo de casas se suelen alquilar por semana o por noche.
Muchos propietarios de alquileres vacacionales o de corta estancia alquilan sus propiedades durante prácticamente todo el año, al no darles uso ellos mismos.
Durante los últimos 20 años este tipo de negocio se ha convertido en una alternativa popular al típico hotel, y aún más con el auge de las páginas web para promocionarlos como Airbnb o VRBO.
Pros de los alquileres vacacionales o de corta estancia
Más flexibilidad
Aquellos propietarios que alquilen sus apartamentos durante un período de tiempo corto gozarán de mucha más flexibilidad. Pueden suprimir la disponibilidad de los días del calendario durante los que quieran hacer uso personal de su propiedad, sin ser eso un inconveniente para nadie.
Sin redecoraciones ni reformas
En general, este tipo de contrato suele ser para algunos días o semanas como mucho. Con huéspedes tan efímeros como estos te asegurarás de que solo “visiten” tu propiedad, sin intención de redecorarla o mover muebles.
Mayores ingresos
No solamente podrás establecer un precio variable según la zona en la que se sitúe tu alquiler o la temporada (alta y baja), sino que también tendrás la posibilidad de fijar un número de noches como estancia mínima para asegurarte el beneficio.
Exenciones y deducciones tributarias
Muchos propietarios de alquileres vacacionales tienen derecho a ciertas exenciones tributarias o deducciones en los gastos de la propiedad, solo por el hecho de ser un alquiler a corto plazo. Asegúrate de informarte sobre las regulaciones de tu propia zona en este ámbito.
Contribución a la economía colaborativa
Últimamente, el concepto de “economía colaborativa” y los beneficios que esta proporciona a la sociedad está en boca de todos. Alquilando tu propiedad para estancias cortas demostrarás ser innovador y contribuirás a esta manera de vivir y pensar tan moderna.
Contras de los alquileres vacacionales o de corta estancia
Más mantenimiento y actualizaciones
Cuando te dedicas al alquiler vacacional necesitas mantener en buen estado tu propiedad para ahorrarte opiniones negativas por parte de tus huéspedes. Esto no solo incluye tareas como la limpieza regular, nuevas capas de pintura o el desatasque de los desagües, sino también el tener en cuenta las tendencias tecnológicas y las novedades. Tendrás que actualizar los servicios de tu alquiler para que la estancia de tus huéspedes sea lo más placentera posible, y esto puede conllevar una pequeña inversión.
Los ingresos no están garantizados
Una de las mayores frustraciones que tienen que afrontar los propietarios de alquileres vacacionales es el efecto de las diferentes temporadas. Mientras que durante las temporadas altas puede que su apartamento esté a rebosar, en las temporadas bajas puede estar tan vacío que lleguen a perder dinero. A pesar de que las tarifas se pueden ajustar a estos cambios de temporada (con ofertas o rebajas), las reservas y sus ingresos no están siempre garantizados.
Competencia por parte de propiedades cercanas
A diferencia del negocio inmobiliario, los alquileres vacacionales cuentan con más propiedades que viajeros interesados en alquilarlas. Esto puede afectar negativamente a algunos propietarios, sobretodo si su zona es popular y está plagada de propiedades destinadas al alquiler vacacional.
Mil cosas que hacer
Para algunos propietarios tener un alquiler vacacional es como una afición, aunque para otros puede llegar a ser un trabajo a tiempo completo. Hay muchísimas tareas que son necesarias para conseguir que un huésped alquile una propiedad: desde actualizar la disponibilidad de los calendarios hasta proporcionar un proceso de reserva, check-in y check-out fáciles, pasando por la limpieza, el jardinero y todo lo demás. Gestionar un alquiler vacacional puede ser un arduo trabajo si no cuentas con las herramientas adecuadas.
¿Qué es un alquiler de larga estancia?
A diferencia de los alquileres vacacionales o de corta estancia, los de larga estancia son aquellos que incluyen períodos de alquiler de un mes o más. En general, los alquilados pagan al propietario cada mes, y se encargan de gastos como las facturas del gas o la luz.
Estos alojamientos temporales cada vez son más populares, por ejemplo, hay huéspedes que buscan alquileres a largo plazo para no involucrarse en un contrato que les obligue a permanecer varios meses en una misma vivienda. También, hay muchos viajeros por negocios que, en lugar de vivir en hoteles con ciertas limitaciones, prefieren vivir de forma independiente y tranquila en una vivienda adecuada.
La Ley de Arrendamiento Urbano 29/1994 es la que recoge toda la legislación de los alquileres de larga duración. Al aumentar el tiempo de arrendamiento, se deja de considerar como un alquiler vacacional. Si quisieras combinar alquileres a corto y largo plazo, no habría ningún problema para llevarlo a cabo.
Qué debes tener en cuenta de los alquileres vacacionales a larga estancia
Si decides incorporar este tipo de estancias, deberás tener en cuenta varios aspectos:
Equipa tu alquiler vacacional para la vida diaria
Los huéspedes que alquilan un alquiler vacacional de larga temporada no tienen las mismas necesidades que aquellos que lo hacen por menor tiempo. La vivienda pasará a ser su casa, es por eso por lo que debe tener todos los servicios para que el huésped se sienta cómodo.
Es importante que tu propiedad cuente con una cocina bien preparada, Wifi, electrodomésticos y obviamente, artículos básicos como jabón, toallas, sábanas, almohadas…
Además, debes informarte bien de las necesidades de cada huésped. Seguramente pase mucho tiempo, así que todo debe estar adecuado. Si es un estudiante o un viajero de negocios, tal vez sea interesante tener un estudio listo con una silla y mesa adecuadas (e incluso puedes dejar alguna libreta y bolígrafo).
En el caso que fuese una familia con niños, puedes comprar algunos juegos para que estos últimos estén entretenidos.
Ten el calendario actualizado
Para que puedas organizarte bien, es importante que las estancias prolongadas se reserven con antelación. Deja bien claro el tiempo máximo que los huéspedes pueden quedarse en la vivienda (por número de noches, semanas o meses), con cuánta antelación se debe reservar y el tiempo de preparación que necesitas entre una estancia y otra.
Si quieres usar tu propiedad en ciertas temporadas o cuando te encuentres fuera, esto será clave. Con una organización a tiempo, no tiene que haber problemas.
Adapta las normas de la casa
Puede que, como propietario, tengas cierta desconfianza para alquilar tu vivienda durante un tiempo más prolongado. Aunque puede haber situaciones no deseadas con algunos huéspedes, habitualmente – y más con alquileres vacacionales de larga estancia – no tiene porqué haber problemas. De hecho, al pedir que se reserve con cierta antelación, se puede hacer una investigación y conocer más a fondo al huésped y ver si es adecuado para tu alquiler.
Así pues, tal vez tengas que adaptar las normas de la casa acordadas para tu alquiler vacacional a corta estancia. La posibilidad de molestar a los vecinos se puede convertir en un problema cuando un huésped se va a alojar durante un tiempo más largo. Deja claras todas las normas y pon a disposición todos los elementos necesarios para que lo puedan cumplir, como por ejemplo, tener al alcance todos los materiales de limpieza necesarios (bolsas de basura, aspiradora o escoba y recogedor, fregona, bayetas, etc.).
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