Barclays recomienda invertir en colombia tras la pérdida del capital político de petro

El banco inglés considera que el capital político del presidente petro se ha debilitado, lo que reduce la posibilidad de aprobar reformas que generan preocupaciones en el mercado.

El banco inglés Barclays, que tiene su sede principal en Londres, emitió un nuevo concepto sobre Colombia y recomendó aumentar inversiones en los activos financieros del país en medio de la crisis política que atraviesa el presidente Gustavo Petro.

De acuerdo con la entidad, el capital político de Petro sigue debilitándose debido a que se ha reducido la probabilidad de “aprobar reformas que han sido generando preocupaciones en el mercado”. Destaca que se ha generado una “erosión política” que genera confianza ante la imposibilidad de que el presidente pueda ejecutar sus ideas más radicales.

“El mercado repuntó debido al escándalo de las interceptaciones telefónicas, ya que fue percibido como una clara indicación y una aceleración de su debilitamiento político”, se lee en el análisis de Barclys.

Para el banco inglés los fundamentos en Colombia se mantienen “ilesos” y son incluso después del reciente repunte, relativamente más baratos que Brasil o República Dominicana. De ahí a que recomiendan invertir en TES y en empresas locales, entre otros.

“Los escándalos políticos, caída rápida de la popularidad y las crecientes dificultades para mantener una coalición mayoritaria en el Congreso sugiere que la capacidad de Petro para aprobar sus reformas es seriamente comprometido. Reiteramos nuestra opinión de que existe una gran brecha entre la la retórica del gobierno y lo que puede lograr, dada la existencia de fuertes controles”, añaden.

Barclays dice que el ruido puede que no desaparezca, pero todo apunta a que no se darán cambios radicales al modelo económico.

Lo anterior debido a que se avecinan “dos catalizadores” potencialmente positivos que podrían reducir aún más la riesgos políticos: por un lado, el fin de la agenda legislativa el próximo 20 de junio; y por otro las elecciones locales en octubre.

Esto podría “confirmar una probabilidad reducida de cambios radicales en el modelo económico y comenzaría a mostrar un giro hacia las raíces históricamente conservadoras de Colombia”.